Un hombre de pelo blanco y chaqueta azul pasea en bici por las
calles de Nueva York con una cámara colgada del cuello. De repete se para, coge
su cámara y dispara. Algo mágico va a ocurrir...
A man a white haired man on a blue jacket rides a bike in the streets of New York
with a camera hooked on his neck. Suddenly, he stops, takes the camera and
shoots. Something magic is going to happen...
Bill Cunningham capta con su objetivo la
belleza de lo más cotidiano, la moda de la calle, desde mucho antes de que se
considerase importante eso del "street style" y se llevase a los
editoriales de moda. Sabe ver la elegancia en lo raro y extravagante sin
ridiculizarlo y encuentra tendencias que los mejores diseñadores subirán a sus
pasarelas meses después. Vamos, es un cool hunter en toda regla.
Bill
Cunningham dice que él no es un buen fotógrafo, pero yo no estoy de acuerdo.
Para mí ser un buen fotógrafo es plasmar el momento, y eso es lo que mejor
hace.
Bill Cunningham captures with his lens
the beauty of the daily things, the street style, even before than street style
was considered something important in fashion editorials. He knows how to find
elegance in odd and extravagant things without mock it and he discovers trends
that the best designers will show
in the catwalk months later. He is a real cool hunter.
Bill Cunningham
says that he isn't a good photographer, but I don't agree. For me a good
photographer knows how to capture the instant, and he does it perfectly.
Bill no quiere recibir premios ni homenajes,
dice que no los merece. Pero las figuras más importantes del mundo de la moda
han profesado publicamente su admiración por él. Cuando recibió en París la
Orden de las Artes y las Letras no paró de hacer fotos durante la ceremonia. Le
comentaron que no paraba de trabajar y respondió: "no es mi trabajo, es mi
pasión".
Bill doesn't want to receive any awards
or tributes; he says that he doesn't deserve them, yet, the most important
figures in the fashion industry have shown their admiration for him in public.
When he received in Paris the Order of Arts and Letters he didn't stop taking
photos during the ceremony. Somebody told him that he didn't stop working and
he answered: "it isn't my job, it is my passion".
Va a diario a las fiestas más elegantes
de Nueva York, pero nunca come en restaurantes. En los eventos en los que
trabaja rechaza hasta el agua que le ofrecen. Hasta no hace mucho tiempo vivía
en un piso con baño compartido y sin cocina rodeado, eso sí, de estanterías con
todos los archivos de cada una de las fotos que ha disparado desde su
aterrizaje en Nueva York, y de libros sobre moda. Bill sabría si esa colección
que ha sacado este año tal diseñador no presenta nada nuevo porque ya lo había
hecho antes tal otro, pero en los días de lluvia se protege con su chubasquero
de dos dólares que remienda con cinta adhesiva. Y es que dice que no hay nada más
barato que el dinero e incluso llegó a romper los cheques que le pagaban.
Su humildad lo hace grande y su forma de
ver la belleza adorable. Siempre sonríe, incluso cuando le hacen preguntas incómodas,
siempre es amable. Y me encanta la manera en la que llama se refiere a todos
sus allegados como "chico", aunque tengan 50, 60 o 70 años...
Si aún no lo habéis hecho os recomiendo
que veáis Bill Cunningham New York.
He goes daily to the most elegant
parties in New York, but he never eats in restaurants. In the events where he
works he rejects even the water they offer him. Until a couple of years ago he
lived in a very small apartment with one room, a share bathroom and without a
kitchen. It was full of shelves with all the files of each one of the
photographs he took since his landing in New York, and with lots of fashion books.
Bill knows weather a collection of a particular designer is original or someone
else has premiered it before.. But on rainy days he puts on a two dollar coat
that he fixes with adhesive tape when its broken. He says that there is nothing
cheaper than money and that is why he decided to broke some of the paychecks he
received years ago.
His humility makes him big and his way
of seen the beauty makes him adorable. He always smiles, even when he is asking
awkward questions, he is always kind. And I love the way he calls everybody
"kid", even if they are
20, 30, 40, 50, 60, 70...
And if you haven’t done it yet, I
recommend you watch Bill Cunningham’s New York.
Tengo que reconocer que yo me emocioné en el
momento en que sonó esta canción...
I must admit, I got emotional as I
heard this song...
Pero siempre me emociono cuando suena esta canción...
El caso es que cuando cuando acabé de ver
el documental sobre Mr. Cunningham lo primero que pensé es: cómo me gustaría
que me fotografiase este hombre entrando en la gala del Met (por poner un
ejemplo). Pero lo que realmente me gustaría es poder cumplir 80 años, haber
hecho siempre lo que más me ha gustado, haber sido fiel a mis principios y
conservar esa humildad casi imposible en un mundo de lujo. Y también, como no,
tener ese ojo para cazar tendencias.
¿Quién no quiere ser como Bill?
But I always get excited when I hear
this other one...
The thing is that when I finished
watching the documentary about Mr Cunningham the first thing I thought was: I
would love being photographed by
this man at the Met Gala,
for instance. But what I really would like is getting 80 doing what I’ve
always wanted to do, being loyal
to my principles and keeping that humility almost impossible in a world of
luxury. And, why noy? Being such a cool hunter!
Who doesn't want to be like Bill?
You can follow his work here.
http://www.nytimes.com/video/on-the-street/
See you soon!
Traslated by: Almudena Abalo Álvarez